Uñas rojas, labios resecos.
Uñas rojas, labios resecos.
Me he bebido las dos copas de vino de más y dan en la tele Malditos bastardos. He pintado monas en papel del bueno y tomado helado con café en vaso de barro. Pero siento que algo no va bien, que algo muy pesado tira de mí hacia abajo, hacia el centro de la tierra. Todo se precipita sobre mi pecho callado, y las lágrimas no salen. Cómo me gusta esta película, Tarantino a lo loco pero con historia. Me pone. Ahora toda la casa huele a esmalte de uñas y estoy un poco borracha. Pero ya no estoy tan triste como ayer. O cómo hace un rato. Es como si la pintura, el alcohol y los disparos se hubiesen llevado mi tristeza. Afuera sopla un viento arrollador, de pesadilla King y todo parece encajar dolorosa pero precisamente en mi interior. Las piezas del puzzle. Cada capítulo superando al anterior hasta un cierre alucinante. Como en Malditos. Porque a mí me gustan las pelis así. Muy a lo bestia, pero que transmitan algo, joder. Estoy harta de bobadas. De romanticonadas. De chorradas de ésas que te dejan seca por dentro. Como mis labios. Labios que relamo porque aún saben un poco a chocolate.
Y ya está. Voy a recoger esto un poco y acabaré de ver la peli.
Buenas noches.
Me he bebido las dos copas de vino de más y dan en la tele Malditos bastardos. He pintado monas en papel del bueno y tomado helado con café en vaso de barro. Pero siento que algo no va bien, que algo muy pesado tira de mí hacia abajo, hacia el centro de la tierra. Todo se precipita sobre mi pecho callado, y las lágrimas no salen. Cómo me gusta esta película, Tarantino a lo loco pero con historia. Me pone. Ahora toda la casa huele a esmalte de uñas y estoy un poco borracha. Pero ya no estoy tan triste como ayer. O cómo hace un rato. Es como si la pintura, el alcohol y los disparos se hubiesen llevado mi tristeza. Afuera sopla un viento arrollador, de pesadilla King y todo parece encajar dolorosa pero precisamente en mi interior. Las piezas del puzzle. Cada capítulo superando al anterior hasta un cierre alucinante. Como en Malditos. Porque a mí me gustan las pelis así. Muy a lo bestia, pero que transmitan algo, joder. Estoy harta de bobadas. De romanticonadas. De chorradas de ésas que te dejan seca por dentro. Como mis labios. Labios que relamo porque aún saben un poco a chocolate.
Y ya está. Voy a recoger esto un poco y acabaré de ver la peli.
Buenas noches.
Comentarios