El tiempo perdido
Quiero el tiempo perdido: Canicas de vidrio azul chocando contra los bordes del recuerdo. Ahora quiero estar siempre en otro lugar, con otra gente, con otra yo. Quiero recuperar el tiempo que he perdido en mitad de la pandemia y del olvido. Quiero el tiempo-canica que guardaba en mis bolsillos de niña. Y volver a la dicha, a la inconsciencia sentida: el mundo girando y yo dando volteretas en aquel parque de los ochenta con las trenzas enredadas, la falda arremolinada, haciendo la rueda sin tiempo para las buenas maneras ni la prisa o el llanto. ¡Que el tiempo vuelva a ser mi perro, mi guardián, mi amigo amado! Que sea de nuevo un fragmento de cristal azul a orillas del mar , una pura maravilla. Un tesoro de lapislázuli ardiente en mis manos de niña asombrada. Quiero dejar el lamento y centrarme en lo preciso de ese azul , redondo y pulido tiempo, sintiendo el latido sentido en mi pecho, como si fuera feliz. Feliz... como sólo se puede ser en los recuerdos.