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El tiempo perdido

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Quiero el tiempo perdido: Canicas de vidrio azul chocando contra los bordes del recuerdo. Ahora quiero estar siempre en otro lugar, con otra gente, con otra yo. Quiero recuperar el tiempo que he perdido  en mitad de la pandemia y del olvido. Quiero el tiempo-canica que guardaba en mis bolsillos de niña. Y volver a la dicha,  a la inconsciencia sentida: el mundo girando y yo dando volteretas en aquel parque de los ochenta con las trenzas enredadas, la falda arremolinada,  haciendo la rueda sin tiempo para las buenas maneras ni la prisa o el llanto. ¡Que el tiempo vuelva a ser mi perro, mi guardián, mi amigo amado! Que sea de nuevo un fragmento de cristal azul   a orillas del mar , una pura maravilla. Un tesoro de lapislázuli ardiente en mis manos de niña asombrada. Quiero dejar el lamento y centrarme en lo preciso de ese azul , redondo y pulido tiempo, sintiendo el latido sentido en mi pecho, como si fuera feliz. Feliz... como sólo se puede ser en los recuerdos.

Un sueño

Siempre he soñado con hambrientas arañas al acecho. Veo sus brilantes y pulidos ojos inclementes analizando mi exígua carne. Siento su necesidad y su desprecio. Hoy he querido despertar pero algo me retiene. Es como si mis sueños estuvieran tejidos con una especie de pelo. Estoy perdida para siempre en una maraña oscura, dulzarrona, primordial. Soy prisionera y sólo puedo esperar. Pero no tengo miedo. No tengo nada. Sólo este minuto de agonía porque de repente comprendo. Noto su aliento. Y ahora sé, sé que ya formo parte de ella aunque aún no lo vea. Oigo su canción, susurro afilado, eléctrico, que me hipnotiza. Filamentos delicados me rodean sin piedad. Me atrapan. Antes nunca pude imaginar que yo ansiaría esta perdición. Ahora, a través de mi cabeza, la araña teje su tela. No tiene prisa. Me dedica todo el tiempo del mundo. El último que me queda. Su amor hambriento me descoloca, me dice que no sabe nada pero que me lo da todo. A través de sus ojos- oh, infinitas cabezas de alf

Harta

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Harta de lamerme las heridas con determinación y cobardía. Harta de los tiempos rancios, de los rancios que se apoderan de la dicha. Harta de los imbéciles que piden que seas flexible, que te adaptes, que te encojas, te encajones en esta mierda de sistema podrido que mata la frescura de los niños. Harta de los niños que se creen imprescindibles, inconmensurables y lo quieren todo, y lo abarcan todo con abrazos codiciosos. Sin dar nada. Nada. Harta del silencio que afila sus tediosas garras de gato malo en mi vientre. Harta del frío. Del hambre de aventuras. De ti. También de mi misma. Harta de mis gatos, mis plantas y las humedades de las paredes. Harta de escribir esta palabra una y otra vez como un mantra rabioso e inútil. HARTA H A R T A Tan harta... tan harta que me doy por vencida, que me río de todo. Qué a la mierda todo. Qué vale. Qué por hoy ya vale. Mañana será otro día para desesperar. Ahora que venga Morfeo y me lleve a su reino dónde no se puede una harta

Dreams

Sueñas que él lame tus heridas con tanta dedicación que nunca más necesitas de los afilados bordes de las palabras. Sólo la bruma de ese recuerdo, que es mentira y un poco maldad, consigue hacer crecer sobre tus cicatrices precisas enredaderas obsesivas y crueles, pero ¡tan bellas! que te colman de alegría por el simple hecho de enredarse en ti. Es especialmente hermosa esa rendición, esa sumisión definitiva que te brinda tu amante inaudito en los asombrosos páramos del sueño. El lejano, el soñado, el impostor. Esa impostura y el deseo, en el fondo son de lo más placentero, tan de verdad a pesar de la fragilidad del mundo en el que han crecido. Allí te sueñas como una auténtica heroína en batalla constante. Tan victoriosa, tan pura. Son las tierras de Morfeo también tus dominios. Ante él eres una diosa, propietaria de todos tus deseos, definitivamente poderosa y audaz. Eres valiente,  valiosa y ansiada. Vuelves, una y otra vez, a ese lugar salvaje y precioso como una adicta irremedi

She was so bad

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SHE WAS SO BAD :   La presentación de este libro de relatos pulp escritos por mujeres ya pasó y fue una experiencia maravillosa. Gracias a los familiares y amig@s que nos acompañaron. Ésa fue la primera de las presentaciones del libro; ha habido y habrá más por diferentes ciudades de España.   Ya vamos por la segunda edición y sólo puedo decir que estoy orgullosa y feliz. Gracias a Adriana Bañares , su editorial Aloha y a todas mis compañeras de escritura por hacer posible este proyecto.  Espero que sea el primero de muchos más.  No dejaremos nunca de escribir desde las tripas. Un abrazo enorme. Algunas fotografías de la presentación en Barcelona (Llibreria Veus amb veu).

Emociones

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Así me siento esta noche. Todo encaja a la perfección. Por fin.  

Desprecio

El otro día vino a mí un viejo fantasma del pasado. Sólo quería saludar y rozarse un poco conmigo. Pero me dio tanta pereza que pensé: Ahí os dejo, cosas del pasado. Lastres. Preciosos trozos de nada envueltos en brillante celofán. Ahí os quedáis. Sí. Bien, no fue tan fácil. Es que me pierdo en divagaciones. Como esa niña mala perdida en la tienda de chuches. O peor aún, como esa niña buena en la biblioteca, sección terror y ciencia ficción. Así voy dándole forma a este fragmento de texto que sólo es viento atrapado en una pantalla, aporreado a través de un teclado gastado, un teclado frustrado. ¡Qué poderosa herramienta es la frustración! Y yo aquí elevando mi canto de polilla atrapada, de amor arrasado, del desprecio. Vamos a hablar del desprecio, amiguitos. El desprecio es de color crudo, y textura pringosa. El desprecio es náusea y ginebra sin tónica ni limón. Con mucho hielo. Pero arde. El desprecio hace que arda mi cara. Todos los recuerdos se han puesto en pie de guer